Las 3 Claves Para Aprovechar Una Mentoría Con Un Experto

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Cómo Amortizar De Forma Rápida Un Programa De Mentoring

Sumario

“¿Quién soy yo para que las personas me paguen por esto?”; “pero, ¿cómo es posible que alguien me vaya a pagar esta cantidad de dinero por esto?”; “pero es que yo aún no tengo la suficiente autoridad”; “pero es que yo aún no…”

¿Te has sentido identificado al leer estas preguntas? Entonces debes saber que estás siendo víctima del síndrome del impostor…

Y déjame decirte que, sin la mentalidad adecuada, los negocios se hunden… Y, con ellos, tus objetivos. Pero recuerda que debes tenerla en todas las áreas del mismo, incluso en las formaciones que realizas.

Por eso ha llegado la hora de eliminar las seis barreras que te impone tu cerebro y que te están impidiendo pasar a tu siguiente nivel gracias a la ayuda de un mentor… Y solo hay una forma de conseguirlo: Tomando acción.

Mira el vídeo hasta el final para descubrir cómo lograr tener tu mente predispuesta para sacar el máximo partido a cualquier mentoría que hagas y amortizarla en apenas unos días.

Las 3 Claves Para Aprovechar Una Mentoría Con Un Experto

¿Cómo puedes sacarle partido a una mentoría? ¿Alguna vez te has inscrito a un programa de mentoría, de coaching, de asesoramiento y te has preguntado cómo yo puedo aprovechar esto al máximo? ¿Cómo puedo amortizar al máximo la inversión que estoy haciendo aquí para que mis ingresos… eh… pues se incrementen exponencialmente para que mi vida cambie para ir hacia ese siguiente nivel? ¿Cómo puedo conseguir esto?

Si te estás preguntando esto, este vídeo es para resolver esa duda, es para resolver esa pregunta, porque en este nuevo vídeo –valga la redundancia– te voy a hablar sobre cómo sacar partido de una mentoría, cómo aprovechar estos procesos en los que tú estás con un mentor, con un coach, con un asesor… siguiéndote, dándote perspectiva, ayudándote…

¿Cómo consigues sacar el máximo provecho de esto? De eso vamos a hablar hoy… Y, bueno, como verás, es un tema que me apasiona porque yo me dedico a esto por un lado. O sea, yo soy mentor. Yo llevo ya… eh…; en concreto, con mis programas de mentoría llevo cinco años… eh… teniendo sesiones con personas, teniendo…; o sea, teniendo estos programas de mentoría… Y, en concreto, porque esto me ha cambiado a mí también la vida… O sea, tener mentores me ha cambiado la vida. Literalmente. O sea, literalmente.

Entonces, por eso quiero explicarte los tres mayores puntos que yo… pues le diría a cualquier persona que quiere esto, que quiere sacar el mayor partido posible a una mentoría.

Clave #1. Sé un haceedor

Y vamos por el primer punto. El primer punto… Este me encanta. Bueno, los tres me encantan, pero este me gusta mucho, este me gusta mucho. Es el siguiente. El primer punto es el de… Bueno, aquí he escrito SÉ UN –en concreto debe ser–: SÉ UN HACEEDOR. Esto es lo que debes ser. Debes ser un haceedor. Debes ser una persona de acción.

Yo, bueno… Yo he desaprovechado muchas formaciones, muchas mentorías, muchos programas que he hecho por… eh… obviar alguno de estos tres puntos. Y estamos hablando de miles y miles de euros. O sea, yo recuerdo que a veces he pagado… no sé… 5000, 6000 euros; y por obviar alguno de estos tres puntos he desaprovechado esa formación, esa mentoría, ese proceso de asesoramiento.

Entonces, primero… Lo primero que te quiero decir: debes ser un haceedor, debes dar el cien por cien, debes darlo todo. ¿Por qué? Pues porque cuando tú te conviertes en un haceedor eliminas los tres síndromes que yo te he escrito aquí. Es decir, eliminas tres síndromes que te surgen cuando estás haciendo estos procesos de cambio.

Recuerda, una mentoría o un proceso de asesoramiento es un proceso de cambio para tu mente porque es un proceso en el que tú estás en un punto A y quieres ir a un punto B. Y esto supone un cambio y recuerda que tu mente en su mayoría está programada para mantenerte en tu zona de confort. A ella no le gustan nada estos cambios.

Entonces, por eso surgen estos síndromes que muchos de ellos… El nombre de muchos de ellos lo he inventado yo. O sea, si lo ves aquí y no lo has visto en ningún otro sitio, es normal porque lo he creado yo… Eh… Entonces, ¿cuáles son los síndromes que tú eliminas siendo un haceedor?

O sea, y esto es muy fácil y esto es gratis también. O sea, significa… ¿Qué significa ser un haceedor? Hacer. Que lo que te digan las personas, o sea, en concreto tu mentor, tu coach, la persona que te está asesorando o guiando… que lo hagas. Que lo hagas. Que lo implementes. Porque una mentoría va de implementar. O sea, una mentoría es diferente, por ejemplo, a un libro o a un curso online, quizás, que simplemente… pues sí, te da mucha información que tú te quedas muy contento, pero una mentoría va de implementar, va de realmente llevar tu vida o tu negocio al siguiente nivel. ¿Me sigues?

Entonces, para eso, debes, pues como su propio nombre indica, implementar, debes tomar acción, debes ser un haceedor. Entonces, ¿qué eliminamos?

Pues en primer lugar eliminamos el Síndrome del Impostor. Recuerda, estos son… Lo voy a poner aquí… Estos son síndromes que eliminas –sín-dro…–… Estos son síndromes. Todo lo que te he escrito aquí son síndromes que eliminas al seguir las claves que te voy a dar en este vídeo.

Entonces, en primer lugar, si eres un haceedor eliminas el Síndrome del Impostor. ¿Qué significa el Síndrome del Impostor? Pues significa esa duda, esa excusa, ese miedo que te pone tu mente, que te dice ¿pero quién soy yo para que las personas me paguen por esto?, ¿pero cómo es posible que alguien me vaya a pagar esta cantidad de dinero por esto?; pero es que aún yo no tengo la suficiente autoridad; pero es que yo aún no no… aún no puedo. Esto es el Síndrome del Impostor.

Entonces, ¿cómo se cura, entre comillas, cómo se elimina este síndrome? Siendo un haceedor. Porque si tú haces el trabajo, te sientes merecedor de conseguir eso. O sea, es como una persona que no se sienta merecedora de tener un cuerpo con el que se sienta a gusto. Ok, ¿qué te diría? Sé un haceedor. Ponte a ir al gimnasio, ponte a hacer dieta, ponte a hacer los ejercicios que debes hacer. Y de esta manera tú ya vas a dejar de sentirte un impostor o una impostora porque… eh… has hecho el trabajo y vas a decir «no, es que yo merezco este cuerpo». Porque has hecho el trabajo, has hecho los ejercicios, has hecho la dieta… ¿Me sigues?

Pues con todo pasa igual. Si tú haces el trabajo, ese síndrome de «ay, es que no merezco ganar esto, es que no me siento merecedor de esto…» –o sea, esa duda que te pone tu mente que te dice «no, es que eres un impostor o una impostora»– se quita haciendo el trabajo, se quita siendo un haceedor.

«Ay, es que no sé quién soy yo… –no sé, imagina que quieres ayudar a las personas a… vender–… no sé quién soy yo para hacer esto». Ok, haz el trabajo. Haz el trabajo que te mande tu mentor en la mentoría, haz tus investigaciones. Bueno, cuidado con las investigaciones –ahora hablaremos de eso– pero haz el trabajo, crea tus funnels de venta… O sea, si tú quieres enseñar a las personas a vender tú debes ser el primero que haga el trabajo a la hora de crear las estrategias de venta para vender.

Entonces, crea tus funnels de venta, crea tus guiones de venta… eh…, haz todos los ejercicios que tengas que hacer para ser un buen vendedor… Y cuando todo esto lo hayas hecho, entonces te vas a sentir merecedor de enseñar a otras personas a vender. ¿Me sigues?

Pero, ¿qué quiere tu mente? Que te quedes parado diciéndote ¿quién eres tú? Entonces te quedas parado, y si te quedas parado te quedas en tu zona de confort y nunca avanzas. Es lo que quiere tu mente.

Entonces, como ves, esto me entusiasma mucho porque esto va de mentalidad. Esto va de que cuando tú aplicas y haces cosas, tu vida cambia. Entonces, sé un hacedor y quitas este síndrome.

Segundo síndrome que quitas: el del Investigador. Hay muchas personas que tienen el Síndrome del Investigador. Es decir, «no, haré cuando aprenda esto»; «haré cuando haga este…»; «antes de hacer, antes de lanzar mi curso online, antes de lanzar mi programa de mentoría, quiero leerme este libro». O «antes de hacer esto, quiero estudiar eso». O «antes de hacer esto, quiero sacarme esta certificación»…

Es decir, tienen el Síndrome del Investigador. Es decir, la excusa que les pone su mente para que se queden en su zona de confort es «aún puedes aprender más, aún puedes aprender más, aún puedes aprender más». Y se pasan los días, lo meses, los años… aprendiendo y nunca actúan. Y esa es la excusa de su mente, de nuevo. O el truco o la herramienta de su mente para dejarlos en su zona de confort. Porque, si nunca actúas, nunca vas a ese siguiente nivel de vida que quieres para ti y para tu familia. ¿Me sigues?

Por eso, sé un haceedor. Deja de investigar. Si esto es una mentoría, deja de investigar. Ya probablemente te has formado. O incluso si me dices «Miguel, es que necesito aprender esto», ok, aprende e implementa. Aprende e implementa. Si quieres leerte un libro, no te leas ni una página de ese libro sin implementar. Ni una. Prohibido. Debes ser un haceedor. Ok, «es que tengo que investigar esto», vale, investiga e implementa al instante siguiente. Si no, prohibido ponerte a acumular información sin sentido.

¿Me sigues? ¿Aceptas este reto? Vale. Seguimos. Vamos con el tercer síndrome que te llevas… O sea, que te llevas… El siguiente síndrome que eliminas por ser un haceedor: el Síndrome del Perfeccionista. Muchas personas dicen: «Ay, hasta que no tenga esto perfecto no lo voy a lanzar. Hasta que este producto no esté perfecto no lo voy a lanzar, hasta que no tenga el logo, la imagen, la web… todo esto perfecto, no voy a lanzar nada porque yo soy muy perfeccionista». Pero ¿sabes lo que en realidad les ocurre a esas personas? Que tienen miedo, que su mente les está poniendo ese miedo de exponerse.

Entonces, esto no va de ser perfeccionista. Esto va de quitarte ese miedo y ser un haceedor. Porque adivina qué. Tú no puedes perfeccionar tu producto hasta que no te expongas. Tú no puedes perfeccionar algo hasta que no se lo enseñes a los demás. Pero tu mente te dice «no, es que aún no está perfecto, no se lo enseñes a los demás».

¿No te das cuenta de que son dudas, excusas de nuestra mente –por eso se llaman síndromes, son dudas de nuestra mente, miedos de nuestra mente– para mantenernos en nuestra zona de confort?

Entonces, ¿cómo se elimina todo esto? Siendo un haceedor. Crea tu producto. Da igual que no esté perfecto, pero ponlo delante de las personas. Yo diría que es imposible crear un producto, un servicio, un infoproducto, un curso online, un libro, un lo que sea, un programa de mentoría… sin antes haber trabajado con personas. Sin antes haber expuesto ese método a las personas. Porque, gracias a exponerlo, lo perfeccionas. Por lo tanto, sé un haceedor.

Clave #2. Enfoque

Entonces, segundo punto. Segunda clave que te quiero dar para sacar partido de una mentoría. El segundo punto es que te enfoques. ENFOQUE. Es decir, enfócate… Sé un… Enfo… Bueno, enfoques. Esto debería haber puesto «Enfócate», «Sé un haceedor»… Pero bueno, que te enfoques. Creo que se entiende. Que te enfoques. Esta es la segunda clave.

Es decir, quiero que, cuando estés en un proceso de mentoría, que te enfoques en ese proyecto, en ese proceso. Eh... O sea, otra duda que pone… que… que… Otra duda que te puede poner –aunque no te la he puesto aquí, ahora lo veremos, ahora vamos a hablar un poco de esto–… Pero otra duda que te puede poner tu mente es «no, es que aún estoy empezando» o «es que aún no tengo los recursos suficientes», o «no, es que aún estoy muy avanzando, entonces ahora llevo muchas cosas y no puedo sacar partido a una mentoría»…

De nuevo, si tú te enfocas… Si tú te enfocas en… –o sea, en cualquier… eh… cosa en la que te enfoques va a crecer–... Entonces, si tú te enfocas y además eres un haceedor tú le puedes sacar un partido a una mentoría estés en el nivel en el que estés. Bueno, si estás empezando, pues muchísima más falta te hace una mentoría, porque estás empezando, es cuando más dudas vas a tener. Y si estás en un nivel avanzado… eh…, de nuevo, tú, con que te enfoques en ese proyecto gracias a una mentoría vas a escalarlo porque vas a ver qué cosas puedes retocar, vas a ver qué cosas puedes incrementar, qué cosas puedes cambiar… Y boom, lo vas a llevar al siguiente nivel.

De lo contrario, qué ocurre. Que estamos a mil cosas, porque estamos a varias cosas sin enfocarnos. Y además, ¿qué beneficios nos da el enfoque? Pues nos da el beneficio de eliminar los siguientes síndromes:
En primer lugar, el Síndrome del Camino Anterior. Qué significa este síndrome. Este síndrome significa que, a veces, nosotros… eh… estamos haciendo algo que nos da esos… O sea, hablo de…

Por ejemplo, hablo de a lo que yo me dedico, que es ayudar a las personas a crear o escalar su negocio online… Pues imagina que llega una persona que quiere crear su negocio online pero que tiene un camino anterior para sus ingresos, que puede ser, por ejemplo, eh… no sé… tener un trabajo. Ya está. Tener un trabajo que le aporta esa nómina cada mes, ese ingreso mensual. Y entonces, eso para ella, para esa persona, es su camino anterior.

Entonces, tú debes enfocarte en este nuevo proyecto y en sacar rentabilidad de este nuevo proyecto. Porque, si no, ¿qué excusa te pone tu mente? «Ay, si con esto ahora mismo estamos obteniendo ingresos», «ay, si con esto ahora mismo…».

Por ejemplo, el otro día hablé con una persona que era entrenador personal, y el camino anterior de esta persona era hacer sesiones uno a uno. Entonces, ¿qué camino anterior le puede poner la mente de esta persona para que no deje de… para que deje de ser un haceedor? Pues «ay, si con estas sesiones uno a uno estamos bien, estamos ganando este dinero… ¿para qué te vas a poner a crear ahora otra cosa?». Recuerda, tu mente quiere dejarte en tu zona de confort.

Entonces, cuidado con esto. Cuidado con el camino anterior, porque puede ser… puede hacer que te dé ese enfoque.

O imagínate que estás intentando hacer dieta, o estás en una mentoría o en un proceso de coaching en el que te están ayudando a bajar de peso… Pues tu camino anterior quizás sea antes… o sea, lo que hacías antes quizás pues pudiera ser… no sé… el mes antes de que llegara el verano, que es cuando quieres tener un buen cuerpo para ir a la playa, ponerte a hacer una dieta muy agresiva.

Pues tu mente va a recurrir a ese camino anterior y te va a decir: «Bueno, cuando llegue julio ya haremos estas dos semanas de pasar hambre y ya está, ¿para qué te quieres poner ya?». Pero tú debes decirle «no, estoy en este proceso de mentoría porque el camino anterior me daba todos esos… eh… –¿cómo…?–. O sea, tenía todas estas cosas mejorables, o todas estas cosas que me hacían daño. Por ejemplo, hacer dieta, una dieta tan agresiva simplemente el día antes pues me producía, no sé, mareos, desmayos…».
Entonces, debes recordarte esto para enfocarte en esta mentoría, en este proyecto que estás creando.

O este ejemplo de entrenador personal que te ponía, no, él debe decir: «Hey, es que esto de estar haciendo sesiones uno a uno me deja sin tiempo, me deja sin poder escalar mis ingresos. Voy a enfocarme en este nuevo proyecto que estoy creando con esta mentoría y a ser un haceedor». ¿Me sigues?

O sea, enfoque para evitar el Síndrome del Camino Anterior. Y enfoque para evitar el Síndrome del Objeto Brillante. ¿Qué significa esto? Pues desenfocarte con otros proyectos que vayan surgiendo.

Imagina que estás en una mentoría en la que te están ayudando a… no sé… pues… eh… a bajar de peso y de repente te llega un objeto brillante en el que te llega otro tipo de dieta. Vale, entonces tú te desenfocas y te pones a hacer otro tipo de dieta, o te pones a hacer otro tipo de ejercicio. Y ya lo estropeas todo. La excusa perfecta de tu mente para que fracases y dejarte en tu zona de confort. ¿Me sigues?

Entonces, enfócate y elimina esto de «no, es que…»; o, a lo mejor, «es que estoy creando un programa de mentoría pero ahora me ha surgido la idea de crear un podcast»; «no, voy a desenfocarme, creo un podcast y luego sigo con el programa que estaba creando». No, olvida, obvia esto; enfócate para aprovechar esta mentoría. Porque, recuerda, tu mente va a querer distraerte para que te quedes en tu zona de confort.

Clave #3. Pide ayuda

Y por último, superimportante. Para sacar partido a un proceso de mentoría: PIDE AYUDA. Pide ayuda constantemente. O sea, eh… Yo, cuando he hecho mentorías, no sé, si había una sesión de preguntas y respuestas, era el primero que estaba en esa sesión de preguntas y respuestas con mis preguntas preparadas. Si teníamos una sesión de mentoría en la que estábamos con la persona, era el primero en el que –el primero o de los primeros–… A veces no era el primero pero estaba ahí de los primeros pidiendo ayuda; o sea, diciéndole mis preguntas, diciéndole las dudas que tenía.

Porque de esto va una mentoría, de que te ayuden. Entonces, para que te ayuden, pide ayuda. Sé el primero en pedir ayuda. Olvídate de la posible vergüenza, posibles miedos que –no sé–… que te pueda dar pedir ayuda…
Yo, de hecho… O sea, el síndrome que vas a eliminar es este síndrome: el Síndrome… Yo lo he llamado el Síndrome del Individualista. Porque muchas veces tenemos esa duda, ese miedo…; y, en lugar de pedir ayuda, lo que hacemos es callarnos. Entonces, nos callamos y esa duda que al principio era pequeña, o ese miedo, empieza a ser más grande, a ser más grande, y empieza… empieza a apoderarse de nosotros… Y ya, cuando queremos pedir ayuda, ya es demasiado tarde. ¿Me sigues?

Entonces, por eso, debes… Cuando te surja esa duda, ese miedo, esa excusa… boom, libérate de ella pidiendo ayuda. Pregunta lo que tengas que preguntar, y si es una buena mentoría pues va a estar ahí tu mentor dándote lo que necesitas porque para eso está, para darte las herramientas, para responder a tus dudas, para darte perspectiva… y quitarte todos estos síndromes y que tomes acción y que consigas tu objetivo.

Entonces, pide ayuda. O sea, en una mentoría también estás porque tienes esa comunidad, porque tie… tienes ese equipo. Entonces, deja de ser individualista, porque… –bueno, esto es una regla del éxito–: las cosas se consiguen en equipo. Las grandes cosas se consiguen en equipo.

Y yo he fallado mucho en esto. Por eso me entusiasma también contarlo. O sea, yo he fallado tanto en esto a nivel incluso de relaciones de pareja. Yo antes no tenía pareja porque decía «no, es que si tengo pareja… eh… me voy a desenfocar, me voy a… me va hacer perder tiempo…». O sea, esto es lo que me hacía pensar mi mente, cuando nada más lejos de la realidad. Gracias a tener pareja, mi éxito se ha incrementado. Ahora soy mejor, yo diría, en todos los aspectos por… eh… por trabajar en equipo.

Pide ayuda, trabaja en equipo porque tu mentor está ahí para ser parte de tu equipo, para ayudarte.

Así que espero que puedas aplicar estas tres claves y sacar el máximo partido a tu mentoría.