3 claves para ser altamente disciplinado

desarrollo personal el cómo del éxito

Consigue ser una persona altamente disciplinada aplicando las 3 claves que te doy en este episodio

Puedes escuchar este episodio y descargarlo gratuitamente desde mi podcast: Show El Cómo Del Éxito

Sumario

En este nuevo episodio vamos a hablar de la disciplina, y lo primero que quiero hacer es felicitarte porque si estás aquí significa que tú estás siendo disciplinado a la hora de desarrollarte como persona, como líder y de ir a por tu siguiente nivel.

¿Sabías que la disciplina es algo que en la mayoría de los casos depende de ti, es algo que tú puedes controlar y que además es gratuito? Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto ser disciplinados? ¿Por qué tan pocas personas tienen una disciplina descomunal?

Porque cuando eres disciplinado consigues la vida que realmente deseas y esto es algo que a tu mente protectora no le gusta, ya que ella quiere dejarte en tu zona de confort y te pondrá todo tipo de excusas para que dejes de hacer lo que tienes que hacer.

Por eso, en este episodio te voy a dar las 3 claves más poderosas que conozco para que para que desarrolles el hábito de ser de ser disciplinado o disciplinada, porque ser disciplinado es un hábito.

En primer lugar, debes hacer eso en lo que quieras ser disciplinado nada más levantarte, debes hacerlo al inicio de tu día, ya que al comenzar tu día estás descansado y es cuando tienes más energía y más fuerza mental, por lo que tu mente protectora te domina menos.

La segunda clave es que planees descansos a lo largo de tu jornada. Para poder ser disciplinado debes decirle a tu mente cuándo vas a descansar, cuándo vas a recuperar, o ella querrá hacerte descansar a cada momento, ya que esa es su función.

Por último, para conseguir tener una disciplina descomunal tienes que tener un porqué, un propósito, una misión que sea más grande e importante que cualquier excusa que te pueda poner tu mente.

Mira el vídeo hasta el final para ver en detalle estas tres claves para poder ser una persona altamente disciplinada y conseguir tu éxito.

Comparte este vídeo con aquellas personas a las que les cueste ser disciplinadas para que descubran estas tres claves y empiecen a cultivar el hábito de la disciplina para poder pasar a su siguiente nivel.

Cómo ser disciplinado es un hábito que puedes integrar en tu vida con estos 3 pasos

Wow, supertópico el que vamos a tratar en este episodio: LA DISCIPLINA.

Y aprovechando que vamos a hablar de disciplina, lo primero que quiero hacer es felicitarte, darte la enhorabuena, porque si estás aquí significa que tú estás siendo disciplinado a la hora de desarrollarte como persona, a la hora de desarrollarte como líder, a la hora de ir a tu siguiente nivel. Por lo tanto, felicidades por estar aquí. Felicidades por querer ser una mejor persona. Felicidades por trabajar, por ser disciplinado a la hora de querer crecer como líder.

Y ahora sí comenzamos con este episodio, con este nuevo episodio en el que vamos a hablar de la disciplina. Y si hay algo que me gusta de la disciplina es que, en la mayoría de los casos, tú decides cuánta disciplina quieres aplicar. Es decir, es algo que tú controlas, es algo que depende de ti. Y, además, atención, es algo que es gratuito. Por lo tanto...

No hay ninguna excusa para dejar de ser disciplinado.

Pero, entonces, ¿por qué nos cuesta tanto ser disciplinados? ¿Por qué tantas personas sufren a la hora de ser disciplinadas? ¿Por qué tan pocas personas tienen una disciplina descomunal?

Pues la razón es muy sencilla. Porque cuando eres disciplinado adivina qué sucede: cuando eres disciplinado consigues tu éxito, cuando eres disciplinado consigues tus sueños, cuando eres disciplinado consigues la vida que realmente deseas.

Pero qué ocurre. Que esta vida, que este éxito está al otro lado de tu zona de confort. Y, atención, nuestra mente está diseñada para dejarnos en nuestra zona de confort; nuestra mente protectora solo quiere dejarnos en nuestra zona cómoda. Por lo tanto, nos pone todo tipo de excusas muy creíbles para que por siempre permanezcamos en esta zona de confort. O, lo que es lo mismo, para que dejemos de ser disciplinados, para que dejemos de hacer lo que debemos hacer para conseguir nuestro éxito.

Por eso, en este episodio te voy a dar las 3 claves más poderosas que conozco para que seas disciplinado, para que desarrolles el hábito –porque esto es un hábito– de ser disciplinado o disciplinada.

Clave #1. Hazlo lo primero

La primera clave para poder ser disciplinado es la siguiente: hazlo lo primero. Y me explico. En aquello que quieras ser disciplinado, en aquello que ahora mismo tengas poca disciplina y quieras entrenarte, quieras desarrollar el hábito de ser disciplinado, te propongo que lo hagas nada más levantarte. Que sea lo primero que hagas en tu día. Y por qué. Pues porque al comenzar tu día, es cuando, por así decirlo, más fuerza mental tienes, menos te domina tu ego, menos te domina tu mente protectora, estás con energías, estás recién levantado, ya estás descansado, has descansado durante toda la noche y tienes más fuerza de voluntad.

Por lo tanto, te propongo que ese nuevo hábito que quieras desarrollar, esa nueva disciplina que quieras desarrollar la hagas a primera hora del día.

Por ejemplo, si me dices: «Miguel, quiero comer de manera saludable». Pues OK, nada más levantarte, prepárate un desayuno saludable y prepara todas las comidas del día de forma saludable. «Miguel, quiero ser más disciplinado con mi ejercicio». Ok, pues nada más levantarte ve a hacer ejercicio.

O, por ejemplo, en mi caso, cuando yo quería convertirme en escritor, pero para nada tenía la disciplina de escribir porque nunca lo había hecho, ¿qué hacía? Lo primero que hacía cada mañana era ponerme a escribir .

Y me puedes decir: «Miguel, es que no tengo tiempo», «Miguel, es que es imposible para mí»… Estoy aquí para decirte que sí tienes tiempo, estoy aquí para decirte que si realmente deseas ese objetivo, si realmente deseas tu éxito, puedes sacar tiempo.

Tú puedes escribir –mi ejemplo– aunque sea una página al día. Una página al día ¿qué te puede suponer?, ¿veinte minutos? Tú puedes dedicar veinte minutos al día para escribir una página al día y en un año tener un libro de trescientas sesenta y cinco páginas. Tú puedes dedicar veinte minutos al día, hacer eso en lo que quieras ser disciplinado y te aseguro que cuando cada mañana la dediques a eso que te va a hacer sentir más disciplinado, al final vas a ser disciplinado pero porque lo vas a convertir en tu identidad, lo vas a convertir en un hábito que va a formar parte de ti.

Y en ese punto ya habrás cambiado, en ese punto ya serás una persona mejorada. Porque en ese punto formará parte de ti el hecho de ser disciplinado en ese campo, haciendo esa cosa.

Por ejemplo, en mi caso, yo ya tengo el hábito de hacer el ejercicio, hacer ejercicio cada día, porque lo llevo haciendo durante muchos años. Y ¿qué ocurre? Pues está tan dentro de mí ese hábito que cuando mi mente deja de percibir esas endorfinas que suelo generar cuando voy al gimnasio, cuando hago ejercicio, rápidamente me lo pide. Y yo tengo la inercia de ir al gimnasio.

Y esto sucederá cuando tú empieces a aplicar esta primera clave, cuando empieces a hacerlo, y que sea lo primero que hagas en tu día, te aseguro que todo va a cambiar para ti.

Clave #2. Planea descansos

Esta segunda clave es superimportante.

Si hay algo que yo siempre te aconsejo, es que hagas una planificación de tus meses, hagas una planificación de tus semanas y que hagas una planificación de tus días. Pero hoy quiero ir aún más lejos, porque para poder ser disciplinado debes planear también descansos. Y por qué. Pues vamos de nuevo a nuestra mente.

Nuestra mente, como sabes, es una máquina de que ahorres calorías. Mejor dicho, tu mente es un mecanismo de supervivencia que lo único que quiere es hacerte descansar para que nunca te quedes sin energía, para que nunca te quedes sin esas calorías. Por lo tanto, y aquí está la clave, o tú le dices a tu mente cuándo vas a descansar, cuándo vas a recuperar, o ella querrá hacerte descansar a cada segundo. Porque es su función, porque es para lo que está diseñada.

Así que por eso te digo que planees estos descansos. Y ¿cómo lo hago yo y al mismo tiempo te aconsejo que lo hagas?

Pues en primer lugar, cuando planees tu día, asegúrate de descansar cada cincuenta minutos. Es decir, cada cincuenta minutos de trabajo, para, haz un descanso de unos minutos, da un paseo, respira, come algo saludable, descansa los ojos un poquito si estás delante de una pantalla… En definitiva, muévete un poquito y recupera, y luego sigue trabajando; porque, de lo contrario, es insostenible, al final te vas a quemar y tu mente va a intentar distraerte a toda costa porque necesita descansar.

En segundo lugar, lo que te recomiendo es que termines tu jornada, termines de trabajar a las 9 de la noche. Esto es lo que por norma general hago yo; porque, de nuevo, necesitas recuperar, necesitas descansar… Por lo tanto, a las 9 de la noche termina y desconecta.

Y la tercera forma en la que yo me planeo estos descansos es tener muy claro cuándo voy a estar de vacaciones, tener muy claro qué días voy a dedicar simplemente a recuperar, simplemente a desconectar. Y esto es algo que me ha costado aprender, porque yo, lo que hacía era trabajar lo máximo posible, trabajar el mayor número de días posibles… pero al final me di cuenta de que mis rendimientos eran decrecientes. Porque el cuerpo necesita desconectar, el cuerpo necesita recuperar. De lo contrario, como ya te digo, vas a ser menos efectivo, vas a ser menos eficiente, porque tu mente va a estar intentando descansar a cada segundo.

Así que tómate estos descansos de vez en cuando. Vete de vacaciones, desconecta un día por completo…, pero es muy importante que planees estos descansos.

Clave #3. Tener un porqué

Y por último, superimportante: tercera clave para poder tener una disciplina descomunal. Es la de tener un porqué. Y ¿qué quiero decir con esto? Pues que muchas personas, cuando las ayudo a ser disciplinadas, cuando las ayudo a ser efectivas, a tener un alto rendimiento, a ser eficientes, me dicen: «Miguel, es que me cuesta mucho aplicar todas las estrategias que me das. Miguel, me cuesta mucho ser disciplinado, me cuesta mucho ser productivo, ser productiva». Y qué les digo. Pues les digo que les falta un porqué, les falta un propósito, les falta una misión.

Porque, al final, cuando tú vayas a ser disciplinado, cuando vayas a ser productivo, tendrás dos opciones. Por un lado, hacerle caso a la excusa que tu mente te va a poner para que dejes de ser productivo, para que dejes de ser disciplinado. O, por otro lado, tener un porqué. Tener un porqué, tener una razón más grande que esa excusa que te va a poner tu mente. Y esto lo cambia todo.

Y, en concreto, te recomendaría que tuvieras tres tipos de porqués.

Primer tipo de porqué: tu misión, tu propósito. Debes estar luchando por una causa que te indigne de verdad. Debes estar dedicándote a esa que es tu pasión. Porque, de lo contrario, como decía Steve Jobs, es normal que tu cuerpo, tu mente te diga que te rindas. Es normal que tu mente te haga ser poco disciplinado, porque tú debes estar haciendo ese que es tu propósito, tú debes estar haciendo esa que es tu tarea en este mundo, tú debes estar cumpliendo tu misión.

Segundo tipo de porqué. Es lo que yo llamo tus porqués rutinarios. Es decir, necesitas saber qué personas necesitan, valga la redundancia, que tú des el cien por cien. Necesitas saber por qué es necesario que en esa tarea des el cien por cien. Necesitas saber por qué es necesario que en ese proyecto, que en ese día en concreto tú des el cien por cien, seas disciplinado, seas productivo. Y esto deben ser cosas muy específicas. Y, de nuevo, debes recordártelas cada vez que te pongas, aunque sea a escribir un correo.

Por ejemplo, el otro día, en uno de mis seminarios, uno de mis estudiantes me dijo… Le propuse este ejercicio y me dijo: «Miguel, mi porqué es que a mi hijo le han diagnosticado síndrome de déficit de atención y me han dicho que una posible solución es que yo pase más tiempo con él. Pero ahora mismo con el trabajo que tengo me es imposible. Por lo tanto quiero reinventarme y poder tener un empleo –o un emprendimiento, mejor dicho, porque en este caso esta persona va a emprender– que me permita tener tiempo libre y poder estar con mi hijo».

Este era su porqué y estoy seguro de que, cuando a esta persona le surja la opción de ser disciplinada, ella va a tener un gran porqué. Y ella va a continuar, ella va a ser disciplinada porque va a tener un porqué más grande que todas las excusas que le pueda poner su mente para que se distraiga. ¿Tiene sentido para ti?

Pues este tipo de porqués debes tenerlo tú también muy claro y preguntártelo ante cada tarea que vayas a hacer. Cada vez que te levantes pregúntate: «¿Cuál es mi porqué?, ¿qué personas me necesitan?, ¿me necesita mi equipo?, ¿me necesitan mis hijos?, ¿me necesita mi pareja?». Pregúntate quién te necesita en ese día, quién necesita que en ese día tú seas excelente.

Y por último, el tercer tipo de porqué que debes tener clarísimo es el porqué tú te vas a sentir mejor cuando lo consigas. Es decir, qué premios vas a tener, qué sensaciones vas a tener que van a ser agradables cuando lo consigas, cuando seas disciplinado. Porque si no sabes decirme cuáles van a ser tus premios, te digo desde ya que sé que tu disciplina nunca va a estar al máximo nivel. Porque necesitas saber qué vas a ganar por ser disciplinado. Así que puedes tener vacaciones (ya lo hemos comentado en la clave número dos); puedes plantearte: «Ok, es que cuando sea disciplinado voy a poder financiar un estudio, cuando sea disciplinado voy a poder comprar ese coche que quiero, voy a poder comprar esa casa que quiero…».

¿Qué vas a conseguir cuando seas disciplinado? Y, de nuevo, puede ser también emociones. «Cuando sea disciplinado, cuando consiga ayudar a todas estas personas con este producto, cuando consiga ayudar a mi equipo, me voy a sentir realizado, me voy a sentir feliz».

Esto debes tenerlo claro porque será tu tercer porqué. El tercer porqué que se va a preguntar tu mente cuando le llegue una excusa muy creíble para que deje de ser productiva.

Y como conclusión te diré que apliques muy bien estas tres claves. En primer lugar, hazlo primero; cuando quieras ser disciplinado en algo, hazlo lo primero. Segundo: planea muy bien tus descansos. Y tercero, ten un gran porqué, un porqué que sea más grande que todas las excusas que te pueda poner tu mente para que dejes de ser disciplinado.

En definitiva, sé disciplinado y te aseguro que todo tu mundo va a cambiar porque sentirás que el Universo está trabajando para ti, sentirás realmente lo que es el éxito. Y empezarás a tener una vida extraordinaria, que es lo que mereces.

Espero que te haya gustado este episodio. Y si es así, te recomiendo dos cosas: en primer lugar, que hagas clic aquí para suscribirte a mi canal de Youtube y ser el primero en recibir todos los nuevos episodios que iré subiendo, para avanzar continuamente así hacia tu siguiente nivel.

Y, en segundo lugar, si piensas que tu pasión está en otro sitio, si el proyecto o el trabajo en el que estás te hace sentir vacío y quieres reinventarte profesionalmente, quieres crear una nueva carrera profesional o un nuevo negocio en torno a tu verdadero propósito, en torno a tu verdadera misión, he creado una masterclass totalmente gratuita en la que te voy a dar las tres claves que debes saber para realizar esta reinvención profesional y que te van ahorrar muchísimo tiempo, muchísima frustración y muchísimo dinero.  Así que, simplemente, para inscribirte haz clic aquí y allí nos vemos.